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CIRCULO CRITICO Encuentro

Retos y bibliotecología. Alejandro Parada

Retos y bibliotecología. Alejandro Parada

Desde la invención de la escritura, las producciones textuales han sufrido todo tipo de “filtrados”, selecciones y drenajes. Los libros que han llegado hasta nosotros estuvieron inmersos en procesos de selección: presencia de un canon que elegía ciertas obras y dejaba a otras en el olvido, autores desdeñados por la crítica, censuras, incendios y destrucciones de bibliotecas, etc. Los textos eran motivo de recortes y filtraciones a lo largo del tiempo, donde el azar también tenía su misterioso lugar15. En el presente, la sobre abundancia de información “sin filtración alguna” ha alterado este proceso y, en su desborde, aquello que podría ser terciario o secundario compite en un nivel de igualdad con lo que podría ser una fuente primaria. La pregunta que se impone, desde el punto de vista de la Bibliotecología y Ciencia de la Información, es ¿cuál es el papel (y la intensidad) que debe jugar nuestra disciplina en la selección de esta infinita información? Y lo que es más importante aún: ¿resulta factible y ético seleccionar una información que construye su identidad desde un imaginario social activo y presente, por ejemplo, en Internet? ¿Los bibliotecarios acaso son los gendarmes de la información y los agentes de su disciplinamiento? ¿Cuál es el grado de imposición normativa que estamos dispuestos a desplegar sobre ella? Estas cuestiones plantean y diversifican la problemática casi dramática que existe entre la necesidad de homogeneizar la información para facilitar su recuperación y la extraordinaria libertad social de su heterogeneidad natural. Quizá el mayor aporte profesional de los bibliotecarios, en esta nueva y desmadrada modernidad, no se afinque tanto en la necesidad de seleccionar los aspectos relevantes de la información sino, más bien, en ayudar a construir identidades de lo local distintas a las tradicionales pero inmersas en la globalidad, con el objetivo de mixturarlas “con una identidad propia” dentro del firmamento planetario de la información. De modo que el pensamiento sistémico y la mentalidad taxonómica en pro de un isomorfismo que dominó la humanidad durante siglos e influyó decididamente en el pensamiento bibliotecario, hoy se resuelve en un universo de comunidades narrativas que interactúan en una forma ya no contingente y establecida. El espacio y el tiempo han dejado de ser determinantes y los contactos e intercambios se manifiestan con una gran variedad de vidas sociales, donde se reestructuran los realismos con las comunidades imaginadas, en un fuerte contexto transnacional signado por el debilitamiento de las geografías específicas del Estado-nación16. Nos hallamos ante una ecúmene global y, al unísono, con comportamientos fractales, en que el caos juega un rol de marcada importancia. Es posible, no obstante, que las situaciones caóticas que vive el mundo y la información, a la postre, tengan ciertas regularidades, pero ya no características de un sistema inalterable sino, por cierto, de una formación con aspectos de rizoma17. La Bibliotecología y Ciencia de la Información no pueden escapar a esta realidad mundial. Se requieren, pues, nuevas relecturas diagonales, tal como la están realizando numerosas Ciencias Sociales, entre las que se destacan la Antropología y la Sociología, para reconfigurar nuestro ámbito curricular y adaptarlo al arrollador impulso de los vertiginosos estudios culturales. La nueva Bibliotecología imaginada tendrá que tener en cuenta esta pléyade de fragmentos de información, en tanto pautas reales-refractarias y aspectos materiales-polivalentes, que operan con una espesura heterogénea por encima de los límites fronterizos y que interactúan con dimensiones tecnológicas, ideológicas, étnicas, económicas y sociales en constante cambio y mutación de conceptos, usos, prácticas, motivos. La fantasía y la imaginación bibliotecarias serán peculiaridades conceptuales capitales que, en consecuencia, intentarán definir e identificar a los nuevos usuarios de este universo global en tensión con los localismos de identificación grupal y los “transnacionalismos” crecientes

INFORMACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD (ISSN 1514-8327) No. 29 (diciembre 2013)

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